Posiblemente pocas reseñas me han gustado tanto como la realizada por Myriam Arriaga en su magnífico blog literario Letraterrestres.
Me quedé sin palabras a leerla, y desde aquí la animo a que de el paso de escribir y publicar su propia obra. Juzguen por ustedes mismos.
Valoración:
Hay libros que pasan por nuestras manos y dejan un eco que escucharemos aún después de años y años de haberlos leído. Son historias que parecen abrirse en canal para remover algo dentro de nosotros. Magdalenas sin azúcar es una de ellas. El amor, la libertad, la familia, la tierra, el dolor; todos estos temas están intrínsecamente ligados a eso que nos hace humanos. Una historia que nace y se desarrolla en un lugar y tiempos concretos, pero que posee una universalidad asombrosa. Una historia escrita para tocar a todos aquellos a los que nos late el corazón.
PACO ARENAS
Paco Arenas (España, 1959), o Paco Martínez, es un gran conversador. Tuve la oportunidad de charlar con él hace algunas semanas y antes de leer sus magdalenas. Apasionado de la lectura, de la escritura, de la lengua española, de la tierra, de su tierra. Un autor hecho a sí mismo, una persona incansable. Muy activo en Facebook y en su blog, Los renglones de Paco Arenas, donde comparte con sus seguidores reflexiones sobre la actualidad y sus aventuras de caballero castellano-manchego por el mundo de la literatura.
Fue finalista del Premio Nadal con 26 años. Tras un parón de casi treinta años volvió con ganas de comerse al mundo, y lo está logrando. En 2015 publica su primera novela, Los manuscritos de Teresa Panza (Ediciones Hades), historia narrada en primera persona por la hija de Sancho Panza, escudero de Don Quijote. Ya va por la quinta edición. En 2016 publicó Caricias Rotas (C.Space), novela cuyo tema central es la violencia de género. También tiene un libro de poesía: Pisando barro, soñando palabras (2017). Y por si esto fuera poco, ha editado al español actual dos clásicos de la literatura: La Celestina y El Lazarillo de Tormes.
Creo que falta muy poco para que Paco Arenas se convierta en un fenómeno literario. Su talento a prueba de balas, y la gran acogida que está teniendo Magdalenas sin azúcar, lo llevarán a muy buen puerto. La novela está ahora mismo en proceso de traducción al francés, una gran noticia. Yo le auguro un futuro maravilloso.
EL LIBRO
«Las personas que aparecen tan solo buscan vivir en paz, sin mentiras ni secretos que ocultar. Sin embargo, la realidad cotidiana y sobre todo las circunstancias que la envuelven, más que su propia voluntad, determinan sus vidas, provocando que tengan secretos y mientan, incluso a las personas que más aman. Los personajes evolucionan psicológicamente a lo largo de la novela de manera sorprendente, están vivos».
(Fragmento del prólogo de Jaime Flores en 'Magdalenas sin azúcar').
Magdalenas sin azúcar narra las vidas de dos almas, Felipe y María, que unen sus caminos en uno de los momentos más duros de la historia de España, la Guerra Civil. Es también la historia de los seres que les acompañarán en el camino, de sus aliados y enemigos. Es la historia de una tierra, a veces hermosa, a veces trágica, pero conectada a la voluntad, a la sangre y a los corazones de unos personajes maravillosos creados por un autor que sabe de lo que habla y que describe con gran detalle el entorno rural en que se desarrolla gran parte de esta novela. Juncos, el pueblo de Felipe, es un espejo que devuelve la imagen de una realidad en tantos y tantos lugares de la geografía española durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.
Es sencillo escribir y leer la palabra libertad, pero luchar por ella, conservarla, esa es la tarea titánica a la que nos enfrentamos cada día. Este libro es un recordatorio de lo que cuesta, del sufrimiento que han padecido tantas personas por el simple hecho de ser distintas, de ser pobres, de ser mujeres, por el hecho de soñar, de leer o de expresarse.
«Todos tenemos miedo, pero no todos somos cobardes. Si hay que nadar se nada y si hay que ahogarse por defender el barro que pisamos, nos ahogamos».
La vida de las mujeres y los roles que desempeñaron en aquellos años tan duros es otro de los aspectos importantísimos de este libro. Personajes femeninos fuertes que cargan con el peso de una realidad que oprime, que duele y que, en muchos casos, destroza. Pienso con tristeza cuántas Marías, Claras, Antonias, Casildas..., cuántas mujeres soportaron y padecieron lo mismo que ellas. Cuántas historias de lucha y dolor se han evaporado en el tiempo y el olvido. Este libro es un homenaje a todas ellas, un reconocimiento que la historia les debe.
El amor — ese sentimiento de posibilidades infinitas—, la sororidad, la esperanza, la fraternidad y los sueños, son las armas con las que nuestros personajes enfrentan las vicisitudes. A través de saltos en el tiempo, de sus historias, de los lazos que los unen, cerraremos el círculo y descubriremos el significado de las magdalenas. El autor tuvo el detalle de hacernos un índice cronológico de los capítulos, pero te aseguro que no hará falta consultarlo. La historia fluye, todo encaja de manera natural.
Uno de los aspectos que quiero resaltar es la Ciudad de Cuenca a la que Paco Arenasnos transporta. Para mí fue como hacer un viaje en el tiempo. El recorrido, las imágenes, los momentos. Cualquiera que haya visitado o viva en Cuenca, sentirá en su piel cada detalle. Por cierto, en este blog (cuando se llamaba Huelemoles) hay una entrada sobre un viaje que realicé a tan increíble lugar. Puedes leerla haciendo click aquí.
Estas magdalenas —o panquecitos, como decimos en mi pueblo— son un manjar literario que te recomiendo degustar. Aquí te dejo los sitios donde puedes adquirirlo: Ya sea de un bocado, o a mordisquitos, espero disfrutes de estas Magdalenas sin azúcar tanto como yo.
Voraces lecturas para todos.
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